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It's a Wonderful Life

26.3.10
Hace unos días hablaba con un amigo sobre el post del señor de piedrita, y me preguntaba si era cierto, si realmente quería y prefería ser de piedra. La respuesta es esta: sí y no y todo lo contrario.

Hace unos años solía ser piedrita (algo así como un granizo) y aparentemente las cosas eran más fáciles. Pero luego piedrita se volvió esponjita y absorbí cariño. Pero el exceso de cariño lleva en algún momento a desilución, decepción y a luego asorber dolor. Sí, fui víctima de un corazón roto, apretujado, destrozado, pisoteado y todo el melodrama que le quieran salpimentar. Tenía entonces dos opciones, o volví a intentar ser piedrita o le ponía una curita al corazón y lo dejaba latir de vez en cuando. Opté por la segunda opción. La verdad no, pretendí dejar que volviera a ser piedrita pero las constantes demostraciones de afecto (you know who) no dejaron que me congele de nuevo. Y entonces extrañé. Extrañé esos momentos que antes no extrañaba, extrañé esas demostraciones de afecto que ya no tenía. Extrañé recibir un abrazo, extrañé recibir un beso, extrañé las risas, los cocorocos y las chapitas de inka kola flotando en una fuente. Extrañé los momentos, los recuerdos, las cosas que tuve y ya no tenía. Extrañé los momentos con aquel-que-no-debe-ser-nombrado. Y me molestaba extrañarlas.

Él me preguntó si entonces prefería ser de piedra para huír de los sentimientos y evitar terminar herida. Sí y no. Ya lo viví y por eso lo extraño. Pero si no lo hubiera vivido no lo extrañaría. Y yo no queria extrañar. Me comentó entonces del capítulo de That 70's show donde Eric y Donna terminan (es cuando ella decide devolverle el anillo y él le dice que si lo devuelve entonces terminaría con ella), y él desea que nunca se hubieran besado la primera vez. Así no estarían y así no le dolería haberla perdido. Un ángel se le aparece y le da la opción de evitar ese beso, de que las cosas cambien y borrarle toda su relación con Donna, como si no hubiese sucedido. Cuando se da cuenta que eso incluye borrar también los buenos momentos que pasaron, decide que no quiere borrar nada y quiere dejar todo como está.



Es algo así como The Eternal Sunshine of a Spotless Mind, en dónde hay una clínica que se especializa en borrar a una persona y todas las memorias que se tiene con esta persona de la cabeza de alguien. De esa manera, simplemente es como si no lo conocieras, como si nunca hubieras interactuado con ella. ¿Si tuviera la opción de borrar a esa persona, incluyendo los buenos momentos, lo haría? En este momento digo que sí. Porque ahorita lo recuerdo, y no quiero recordarlo porque no quiero extrañarlo. Porque entonces me doy cuenta que no lo tengo. Y ahorita quiero tenerlo.



Entonces, ¿es cierto lo dicho: "Better have love and lost than never loved at all"? Y aquí es probablemente donde me contradigo. He intentado ser hombre y pensar con los huevos (que no tengo pero pretendo tener en esos momentos), y tener encontrones sin importancia. No strings attached. Y lo he logrado. Los he botado, me he perdido y he dejado de contestar sus llamadas. Sin sentimientos de por medio. Puedo decir que hasta ahí, lo logré. Hasta que después, me siento sola (en esa parte es dónde me doy cuenta que de verdad no tengo huevos). Y es ahí donde pienso, de repente sí quiero estar con alguien. Y para lograr eso, lo primero es no tener que ser la mujer de hielo.

¿Si volveré a ser de piedra o seré esponjita de nuevo? No lo sé.


El título del post viene del nombre del capítulo de That 70's Show.