Esto es una historia de la vida real. No le paso al amigo de un amigo. Sino a mi. Su humilde *insertar lo que crean que soy* (en este blog se respeta la opinion publica).
Luego de cortarme el cerquillo pase por mi ritual de anochecimiento. Me lave la cara, me lave los dientes. Me eche ese "tonico" color azul de Garnier que dice que evita que te salgan marcas de la pubertad (osea esos puntos rojos que ahora tengo en mi cara gracias a mi segunda pubertad) pero que hasta la fecha solo me funciono con uno. Me eche mi crema que me dio el dermatologo en enero de este anio y que 7 meses despues aun no funciona. Me puse mi pijama (previo baile tonto frente al espejo, y aqui es donde yo me pregunto -como cada vez que hago mis bailes tontos frente al espejo- cuando empiezo a bailar, la gente que esta caminando hacia sus casas podra ver en el segundo piso de la casa numero 4 una silueta de una chica rara bailando -realmente moviendose de manera extrania-? espero que no, y si es asi, al menos dejenme un dolar por el show) y mi sweat shirt del sr brownie (que ya me olvide su nombre pero es el gran brownie con actitud). Una vez mas, me mire al espejo y empece a imitar al sr brownie y su expresion molesta. Pero yo no puedo poner mi boca cuadrada. Lo intente. Y ahi es cuando me puse a pensar, cuando me muera, y sea el ser mas inferior de la cadena alimenticia porque hasta las bacterias se alimentaran de mi, sera la unica vez que mis dientes podran ser de tamanio normal ?
Detras de Camaras:
- El cerquillo, me lo corto yo. Con tijera. De esas grandotas, para hacer trizas el papel. Pero de mango bonito, ergonomico, de color morado con plomo.
- Cuando bailo lo hago sin coordinacion. Y cuando estoy en mi cuarto, me miro al espejo y me rio de mi. Y de ahi, sigo bailando.
- Estoy comiendome una bolsa de skittles mientras escribo esto. Compre los skittles para una sesion de fotos, el dia que decida tomar esa foto ya no habran protagonistas. Pero aun me quedan los M&M's.
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